Estimado Padre:
Usted nos da muy pocas noticias del Instituto. Se diría que no pasa (casi) nada y es sólo por los amigos que nos enteramos de las cosas. Se sabe que las mujeres son curiosas, es cierto, pero ¿no es exacerbar este defecto el no darnos ninguna noticia? ¡Usted sabe cuánto su joven y dinámica obra está en nuestro corazón! Es como la punta de lanza de nuestra esperanza para la Iglesia y querríamos tanto que prospera. Perdone mi impaciencia y, por favor, no deje a los otros un cuidado que le corresponde.
France Housset - Bois Colombes
Respuesta
31 de enero 00:50, por el Padre Philippe Laguérie
Es verdad que no tomo el tiempo para contar a nuestros amigos las numerosas noticias de nuestro joven Instituto y puesto que me llama tan precisa como amablemente al orden, me dispongo a hacerlo. Gracias. Tanto más que pasan tantas cosas que no se por dónde comenzar. De ahí el carácter deshilvanado de mis respuestas que la lógica (femenina en este caso) querrá bien perdonarme. Ya que no es porque no pasa nada, o no bastante, que no tenemos el corazón que comunicar; es porque pasan tantas cosas que en no tenemos el tiempo. ¿Por dónde comenzar?
En primer lugar, les invito a las ordenaciones del sábado 16 de febrero en la iglesia parroquial de Courtalain (9h30) que su Exc. Mons. Pansard quiso bien poner a nuestra disposición para la ocasión. Como por otra parte este valeroso obispo (de Chartres) nos la presta todos los domingos y días festivos por convenio firmado entre él y el director del seminario, nuestro celebre Padre Christophe Héry. Gracias al obispo de Chartres por su comprensión y su benevolencia.
Ese día, es su Exc. Mons. Madec, Arzobispo emérito de Toulon, quien conferirá la tonsura, los órdenes menores y 6 subdiaconados a 23 de nuestros seminaristas. Qué alegría en perspectiva. ¡Bravo a todos mis colegas del seminario que realizan un trabajo gigantesco y demuestran la gracia de Dios sobre nuestro Instituto que, debo recordárselo, no tiene aún un año y medio! Gracias a los Padres Héry, Forestier, Krolikowsky y Vella. Gracias a todos los profesores que se suceden sin descanso, en primera fila de los cuales nuestro joven y brillante doctor de la Sorbona, el Padre de Tanoüarn, responsable de los teólogos.Pero no está al final de sus sorpresas, querida Sra. El 23 de febrero, por lo tanto ocho días más tarde, 4 de nuestros seminaristas recibirán el diaconado de las manos de su Exc. Mons. de Magistris y, por el hecho mismo, incardinados en el Buen Pastor. ¿Dónde pues? En Roma por favor. ¿En qué iglesia? ¿Van a creerme? En la catedral del Papa, la Madre y la Maestra de todas las iglesias, la primera y más digna de la cristiandad: ¡San Juan de Letrán! Gracias a nuestro valeroso Padre Fournié, nuestro representante en la Ciudad Eterna; gracias al cardenal Ruini, vicario del Papa, que da esta autorización. Gracias a todos los protagonistas de este gesto eminentemente simbólico y fuerte de la benevolencia del Pontífice Romano para con nuestro modesto Instituto. Se encuentran billetes de avión por 50 Euros ida y vuelta, en algunas compañías (hice este viaje por 27 Euros en el mes de noviembre) entonces, si el corazón les dice…
En Francia, dígase lo que se diga. se avanza. Dos iglesias fueron concedidas por sus ordinarios respectivos: la iglesia de Courtalain en la diócesis de Chartres y la de Rolleboise en la de Versalles. Gracias aún a los dos obispos que nos conceden su confianza: Mons. Pansard, obispo de Chartres y Mons. Aûmonier, obispo de Versalles. Son nuestros sacerdotes del seminario que ofician en Courtalain y el Padre Aulagnier que lo hace en Rolleboise. Estas dos realizaciones manifiestan altamente, después del hermoso resultado de San Eloy, que la colaboración es posible, deseable y fructuosa. ¡Qué prenda decisiva para la paz de la Iglesia que está en Francia!
El Padre Roch Perrel está en la víspera de embarcarse para Sao Paulo, Brasil, y tomar la dirección de nuestro seminario sudamericano. Es fácil comprender que nuestro querido Padre Navas, superior de distrito de Latinoamérica no puede administrar más nuestras cuatro casas allí y garantizar la teledirección de este seminario prometedor. Son necesarias nuevas energías y residentes. Y qué energía la del Padre Roch Perrel, cuya sola risa basta para demostrar el celo apostólico que puede desplegar. Una mezcla de prudencia, regularidad y seriedad, de alegría continua y comunicativa: no es con gozo de corazón que lo vemos partir tan lejos. Pero lo que está en juego es considerable también: decenas, cientos de vocaciones están allí, sin la Tradición y sus tesoros doctrinales y litúrgicos y muy a menudo sometidos a los caprichos ideológicos aún tenaces. Es necesario el Buen Pastor para reunir a estas ovejas dispersas y nunca un sacerdote habrá llevado tan bien los colores de su instituto como este excepcional colega. Pero atención a los nuevos venidos. Se le hará un regalo y se ruega enviar sus donaciones al Padre Julien. (1 rue saint Eloi, 33000 Bordeaux).
El Padre Julien acaba de ser nombrado, bajo mi presentación, vicario oficial de San Eloy por su Eminencia el Cardenal Ricard en reemplazo del Padre Héry. Gracias al Cardenal que, además, da los poderes de confesar a los 5 sacerdotes ordenados en Bordeaos el 22 de septiembre pasado y se los mantiene a nuestro prestigioso Padre Héry que de ahora en adelante, está a la cabeza de nuestro seminario. Tenemos aún otros contactos muy positivos con algunos obispos de Francia, con una benevolencia particular aquí y allí. Pero comprenderá, querida Sra., que sería muy desagradable a estos prelados (y los comprendo) encontrar aquí en la palestra pública negociaciones privadas y aquí debe inevitablemente limitarse su legítima curiosidad. Por lo tanto eso será otro episodio.
Sepa de todos modos que el Buen Pastor cuenta con 19 sacerdotes incardinados, una buena decena de sacerdotes asociados, 35 seminaristas (llegan cada semana, sobre todo actualmente) de los cuales, si Dios quiere, al menos 4 deberían ser sacerdotes este año.
También, prometiéndole en adelante tenerla informada más frecuentemente y aunque me cueste tener el deber de no decirle sino esto (¡si supiera! soy cruel) yo la invito que se una a nuestra acción de gracias a la Providencia que, sin embargo proporcionándonos pruebas de toda clase, manifiesta tan claramente que es bien “en la debilidad que se manifiesta la fuerza” como nos lo recordaba precisamente así el Apóstol de las Naciones el domingo pasado.
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